sábado, 21 de septiembre de 2013

NO PUEDO AGRADAR A TODOS
Apoyando a mestizos en Pto. Esperanza
            Las veces que tenemos que viajar a Purús, nosotros alistamos las cosas que vamos a llevar y compramos algunas cosas personales y otras para compartir con los indígenas. Por ejemplo llevamos para compartir anzuelos, hilo nylon, cartuchos, algo de ropa, galletas… En la medida de lo posible tratamos de hacer un intercambio cuando la situación se da, pero en otras no se puede hacer y esperamos la respuesta de los Mastanawas.
            Cierto día, después de hacer intercambio con nuestros amigos Mastanawas, se acercó a la casa un ancianito que no es de la etnia Mastanawa y se enteró que estaba dando anzuelos y me dijo que le regalara y le respondí, - Lo siento, pero no regalo, sino puedo cambiar con algo -. Entonces, me dijo que me iba a traer pescado. Entonces, con algo de desconfianza le entregué un par de anzuelos con su respectivo hilo.
            Por la tarde, el anciano volvió y me trajo algunos pescados. Esa es la respuesta que buscamos en ellos.
            Lo interesante fue que los mastanawas se enteraron de lo que pasó con el anciano y con un poco de celo me reclamaron: ¿Por qué das anzuelos al que no es de nuestra etnia?  No les di una prédica sobre el amor al prójimo, pero les dije que también hay otros pobres a los que hay que ayudar. Algunos de ellos entendieron y comenzaron a contar historias de cómo ellos también ayudaron a otros. Pero otro grupo de los que reclamaban no entendió y se fueron molestos.
            Después pensé que había hecho mal y que lo mejor hubiera sido hacerlo en oculto o mejor no hacerlo, pero luego comprendí que no es así porque cuando me pongo a pensar en Jesucristo, veo que él no agradó a todos, unos le siguieron y otros fueron sus enemigos. Incluso algunos de los que creyeron en él no se agradaban de sus palabras.
            Bueno, agradaremos a unos y a otros no, lo que trae paz es hacer la voluntad de Dios.
 
 

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