jueves, 28 de abril de 2011

De niña a Mamá


Esta es una historia un poco triste pero a la vez nos muestra 
la realidad en la que viven los pueblos Mastanawas.
A fines del año pasado, fuimos a visitar a todas las
comunidades Mastanawas y en una de ellas conocimos
a la señora indígena que ven en la foto sentada. Ella no queria
ver a la cámara por ciertas creencias de su cultura, pero
si aparecen unos niños, dos de estos son sus hijas. Una es la
menor que en la foto aparece a espaldas de su mamá, la otra
está con polito rosado y en la foto aparece agarrando a un
niño desnudo. Ustedes se diran que la mamá está embaraza,
pues no, no está embarazada o no estaba embarazada. Lo que la mamá tenia era un tumor muy grande y lamentablemente a causa de eso murió semanas después.




                                                                                               
En esta otra foto aparece la hija mayor, su hermanita amamantando
y su mamá no queriendo ver a la cámara. Desde el día en el que murió
la mamá, la hija mayor se convirtió en mamá de su hermanita
que no llega a los dos años.  
Estos meses hemos pasado más tiempo en la comunidad donde  
ellas viven y vimos que la bebe llora mucho            
y no se despega de su hermana. Las dos son inseparables.
La hermana mayor tiene como siete años y hace casi todo lo que
una mamá normal haría, Por ejemplo, ella lava su ropa, le baña, le da de
comer, le saca sus piojitos... etc. Lo que más nos sorprendió es que las otras familias no le prestaban mayor atención al sufrimiento de la bebe, pero su hermana si. Ella la carga de un lado a otro y su cuerpo ya se acostumbro al peso de su hermanita. Ella se convirtió en su mamá
¿Y el Papá de la bebe? Pues él se dedica muchas veces a cazar, pero otras
lo encontramos en Puerto Esperanza tomando licor.
Por favor oremos por estas hermanitas, por su salud, alimentación
y Dios traiga a los pies de Cristo al padre de ellas.




                                     

lunes, 18 de abril de 2011

NUESTRO PRIMER DIA CON LOS MASTANAWAS

            En Puerto Esperanza, nos hablaron mucho de los Mastanawas y casi todo fue describiendo la parte negativa de su cultura. De cierta forma ya conocíamos algo de ellos, pero escuchar datos de primera mano hizo que nosotros sintiéramos algo de temor. Incluso los Mastanawas ahuyentaron a Policías de la comunidad disparando cartuchos de escopetas. Ellos son temidos, rechazados y especialmente marginados.
            Tuvimos que contratar un motorista (una persona que maneja el motor del bote), alquilar un bote y su motor para ir a la comunidad, después de un poco más de una hora de viaje rio abajo  llegas a un lugar donde tienes que caminar unos 15 minutos para llegar a la comunidad. El motorista no nos quiso acompañar porque tenia que esconder su motor en algún lugar de la selva, porque sino los Mastanawas se lo roban.
            Al llegar a la comunidad todos estaban como sorprendidos al vernos y les explicamos quiénes éramos. Nos hablaron poco pero nos dimos cuenta que no nos rechazaban. Ellos viven en lo alto de una colina donde hace fuerte viento por las tardes y frio en la madrugada. Hay mucho desorden, suciedad y otros, pero todo se recompensó con la alegría de corazón que sentimos de haber llegado a la Etnia Mastanawa por primera vez.
            Meses después ellos nos comentaron que después de nuestra visita comentaron mucho entre ellos sobre nosotros. Realmente estaban alegres porque era la primera vez que misioneros llegaban a su comunidad. Se sentían un poco valorados porque ahora si podían decir que ellos tenían misioneros, lo que antes nunca había sucedido.