lunes, 17 de febrero de 2014

Víbora ciega que encontré en el baño de la casa de Purús
VÍBORA SIN CABEZA

            Cada vez que retornamos a Purús debemos hacer limpieza de la casa, del baño y de todo el terreno. La limpieza es muy importante porque los insectos, víboras, roedores y otros… ocupan los terrenos deshabitados. Varias veces hemos encontrado tarántulas, víboras, ratas, nidos de pajaritos, iguanas grandes que se comen a los pollitos y gran cantidad de lagartijas (que son la presa preferida de nuestro gato para jugar).

            Esta vez llegué temprano a Purús y comenzé a hacer limpieza de nuestro cuarto y luego pasé al baño que en realidad es seco, o sea usamos aserrín con poco de ceniza dentro de un silo pequeño. Encontré un par de tarántulas grandes y al sacar todo el aserrín del silo encontré una víbora. No era la primera vez que encontraba esta clase de  víbora. La saqué del silo  y la maté. Lo que me causó más sorpresa no fue tanto la víbora sino la reacción de los indígenas que la vieron.

            El nombre de esta víbora en mastanawa es “Ronoa bapo yabai”, los mestizos la conocen como “víbora ciega o sin cabeza”. Cuando te topas por primera vez con esta víbora no puedes identificar su cabeza  y por eso te parece que no tiene cabeza, pero cuando la miras de cerca y muy detenidamente recién te darás cuenta que si tiene cabeza. Esta víbora vive dentro de la tierra y los indígenas tienen la creencia de que puede entrar dentro de la mujer por su parte íntima.

            Como la víbora ciega ya estaba muerta la puse en el patio mientras terminaba de hacer limpieza. Vinieron unos mastanawas que la vieron y se asustaron y dijeron: “Hermano ese es el diablo mismo”. ¿Y por qué? les pregunté. “Porque vive debajo de la tierra” respondieron. Luego, vinieron dos indígenas de la etnia Culina, uno de ellos es un brujo conocido, y cuando la vieron se asustaron y no querían ver. “¿Por qué no quieren ver?” les pregunté,  me contaron que cuando uno ve a esta víbora alguno de sus familiares morirá. Ellos no la matan porque creen que no muere ya que es el diablo.


            Esta pequeña víbora ciega me ayudó a conocer más de la cosmovisión de los indígenas. Aunque para nosotros sea una víbora más, para los indígenas no es así.

sábado, 15 de febrero de 2014

La última huanganita que quedó.

LAS ÚLTIMAS HUANGANAS

            Siempre he deseado toparme con una manada de Huanganas. Según las historias que me comentan los Mastanawas, toparse con una manada  es como hallar algo muy preciado. En Purús ya casi no se habla de las manadas de Huanganas porque no se les ve mucho. Antes habían manadas por diferentes lugares. Una manada puede tener más de 100 huanganas y algunos hablan de hasta 400 huanganas por manada.

            Lo interesante de un encuentro con una manada de huanganas es que uno debe saber qué hacer. Cuando se les encuentra cruzando el río es cuando estan más indefensas. El primero que las vea, tiene que llamar a otros miembros de la comunidad para matar todas las huanganas que se puedan con lo que tengan a la mano. Cuando se las encuentran en tierra, generalmente se les mata con escopeta, cuando les disparas tienes que buscar un buen arból para subirte porque las huanganas pueden morder hasta matar y arrasan todo lo que encuentren en su camino. Algunos más valientes se las enfrentan con machete.

            En mi última visita a la comunidad de Sinaí, me comentaron que días atrás encontraron una manada de huanganas cruzando el río. Ellos subieron a los botes, con sus palos, machetes…etc. Mataron a más de 10 huanganas y cogieron a unas 7 huanganas pequeñitas. La mayoría de ellas se escaparon y solo quedó una de ellas. Ahora la tienen dentro de un corral dándole su comida. ¿Dónde estará su manada?, ¿Volverá su manada alguna vez por Sinaí?

            Cada vez que los mastanawas saben de una manada de huanganas, hay alegría porque tendrán bastante alimento.

      DE CUCLILLAS A ESTAR DE PIE
           
            Las mujeres Mastanawas generalmente preparan sus alimentos en el suelo, al aire libre. Algunas lo hacen debajo de una remadita, dependiendo de la iniciativa de su marido. Eso origina que con los años tengan problemas en las rodillas ya que paran mucho tiempo de cuclillas. Es como si estarian en el cuartel o de soldados y les ordenarian hacer “ranas”. Sabemos que en algunas instituciones se suprimieron las ranas porque trae problemas físicos. Cocinar de cuclillas no sólo origina problemas en las rodillas, si no también trae problemas en los pulmones por el humo que paran respirando, también hay problemas de accidentes especialmente con los niños. A  esto podemos agregar la cantidad de leña que usan y muchas veces las distancias que caminan para tener el tipo de lleña que desean.


            Algunas Mastanawas que viven en Pto. Esperanza han comenzado a mejorar sus cocinas. Ellas mismas hacen cocinas de una hornilla que funciona a carbón y ya no tienen que hacerlo en el piso y tampoco provoca mucho humo. Esto está mucho mejor ya que están de pie. El único inconveniente es que tienen que comprar carbón y esta ídea no funcionaria en la comunidad misma.

            Hay un proyecto que tenemos en mente hace algún tiempo y es el de hacer “Cocinas Mejoradas”. Sabemos que ya se aplican en la sierra del Perú con éxito y nos gustaria lo mismo en la selva. Deseamos hacer un proyecto piloto en la comunidad y en Pto. Esperanza y en alguna comunidad para ver la si es aceptado por los mastanawas.

            Los beneficios: Mejoran la salud, dismunuye el consumo de leña (hasta en un 50%) y también los accidentes. Deseamos que cocinen de pie o sentadas y mejoren su calidad de vida, pero nuestros mejores deseos pueden ser rechazados por ellos ya que no es parte de su cultura. Eso lo vimos con algunas obras del gobiernos que fueron rechazadas completamente por los indígenas porque nos tomaron en cuenta su cultura.



Una de las casas que ahora ya está abandonada

CAMBIO DE UBICACIÓN
           
            En mi última visita a algunas comunidades Mastanawas me sorprendió ver que la comunidad de Bola de Oro se está trasladando de ubicación por algunos motivos. La historia es que esta comunidad hace unos cinco años atrás vivian en las orillas del rio, pero en cada época de lluvia tenian el problema con las inundaciones y a causa de eso se trasladaron a una loma donde ellos se sentian felices y dijeron que “aquí iban a vivir para siempre”.

            Mientras vivian en la lomita, ellos ya estaban bien ubicados, incluso habia un profesor enviado por el gobierno peruano para enseñar a los niños, según nos contaron habia un proyecto de construir una escuelita. Fue precisamente en esta comunidad donde realizamos la compaña médica y donde se reunieron después de muchos años las comunidades Mastanawas.

            Ellos mismos comenzaron a darse cuenta que al vivir en la lomita, estaban muy apartados del rio. Nosotros cada vez que les visitamos, teníamos que caminar unos 15 minutos desde el río a la lomita. Justamente por esta distancia y porque se tiene que subir una lomita las personas no les visitaban, vivian muy apartados. Por esos motivos y seguramente otros de cosmovisión, ellos decidieron trasladarse más cerca del río y  ya comenzaron a levantar sus casas.


            Como en la anterior ocasión, tendrá que pasar un par de años para que la tierra donde comienzan a vivir se asiente y no sea blanda como ahora es. Cuando la tierra es muy blanda, hay mucho barro y se hace muy dificil caminar. Cuánto tiempo tendrá que pasar para que tengan una escuelita, cuánto tiempo pasará para que entre una brigada de salud, para que reciban visitas… Bola de Oro, un nuevo lugar.