viernes, 28 de agosto de 2015


UN MUNDO NO APTO PARA DÁVILA
          Esta es una historia que amerita tu atención y te sugiero sentarte cómodamente.
          Desde que entramos a Purús en el 2010, conocimos a un mastanawa que entre todos sus paisanos es uno especial, no solo por su tumor en la nariz, sino por su estilo de vida que fue originada por la vergüenza de llevar la tumoración desde su nacimiento. Es una vida como muy pocas porque vive con la mano en la nariz, como quien oculta su vergüenza, aunque esta se nota a simple vista. Así sea de noche siempre lleva sus infaltables gafas oscuras, a lo Matrix, solo que él lo lleva porque perdió uno de sus ojos en una pelea (a lo broncano) con un indígena de otra etnia. Me cuenta que al día siguiente de su pelea despertó todo desangrado y viendo la mitad que antes veía.
           Dávila es su nombre y él no lo sabía hasta hace unas semanas atrás cuando me fui a registros civiles a sacarle, de una vez por todas, su partida de nacimiento que nadie recordaba que tenía.
Observando el rio Ucayali.
         Toda una vida le llamaron Franklin y ahora se enteran que ese no es su nombre sino que alguien lo registró, hace muchos años en su comunidad, con el nombre de Dávila.
          Tiene 33 años cumplidos en junio del presente y él  una vez más, no lo sabía. No sabe leer ni escribir, tiene temor a agarrar un celular porque no sabe cómo es que funciona…
          ¿Y qué es lo que sabe? Bueno, sabe que cuando sale de su comunidad a Puerto Esperanza debe hacerlo por la noche para que menos cantidad de gente lo vea. Sabe que nunca se va a casar porque a las mujeres les da vergüenza estar con alguien como él. Sabe que su madre sufre por él y eso sí que duele hasta a un mastanawa.
          En sus aventuras nocturnas en el pueblo de Puerto Esperanza se emborrachó muchas veces, y en medio de peleas, cometió actos fuera de la ley, por los cuales lo denunciaron y por años vivió con la idea mentirosa de estar requisitoriado, ese fue otro motivo para marginarse de la sociedad. Gracias a Dios que las denuncias fueron con el nombre que no era su nombre.
          Ahora estamos en Pucallpa y él no para de sorprenderse de los carros, camiones, tráileres, cantidad de motos como moscas y del pollo a la brasa que comió por primera vez con su inca cola para comenzar a identificarse como peruano. Creo que con otras comidas recién va a querer ser peruano, porque los mastanawas desean ser brasileros a pesar de haber nacido en Perú. Le llevé al puerto y vio la grandeza del río Ucayali y me dijo: “Toda mi familia me dijo que este río es hermoso, y es verdad”.
 
           Guauuu, hay tanto que escribir. Pero retornemos al título de la historia: Un mundo no apto para Dávila. Resulta que siempre hemos deseado y orado a Dios para que Franklin, mejor dicho Dávila, sea operado y le saquen el tumor de su nariz y después del ofrecimiento de una iglesia de Lima para ayudarlo, lo trajimos a Pucallpa y ahora estamos en los trámites de su documento de identificación y su seguro de salud.
           Con su partida de nacimiento me fui al centro de emisión de documentos de identidad y me dijeron que la partida de nacimiento traída de Purús no sirve porque le falta un sello del registrador y hay una enmendadura en una letra. Le conté toda la historia y me dijo que no puede hacer nada si no le llevamos lo que nos pide. Resulta que no se sabe quién fue el registrador de esa época pero aparece como el que lo registró,  un mastanawa Jefe de su comunidad de esa época,  que hoy es un viejito muy enfermo y lo sorprendente es que ese viejito no sabe leer ni escribir. Y el señor que me atendió me pide sello del viejito que se llama Shiko, mi amigo Shiko de historias anteriores.  A todas luces Shiko no pudo haberlo registrado.
           Dávila no puede tener el documento que certifique que es un peruano, que existe, que aunque sea un iletrado, es un mastanawa de nombre Dávila con 33 años, que tiene sueños de trabajar como cualquier persona, de salir a la calle sin vergüenza, que tiene deseos de algún día casarse y tener hijos…  “Estado Peruano, Dávila está vivo”.
           Me pregunto, Cuántos Dávilas habrá en el mundo.
 

Pto. Esperanza, capital de Purús
 
PURÚS, UN PUEBLO ABANDONADO

          En nuestra última entrada a Purús fuimos recepcionados por una lluvia fuera de estación. Recordando un poco me doy cuenta que ya son varias veces que llegamos con lluvia y eso no tendría problemas a no ser por el barro que origina. En Purús hay cantidad de barro mezclado con arcilla o greda, –si el barro valdría, todos en Purús serían millonarios-.
          Para llegar a nuestra vivienda, tienes que subir una lomita resbalosa y con maletas y un bebé, la situación se torna desafiante. El barro inmediatamente te hace ver que estás en un lugar recóndito, en lo último del mundo. Ensuciarse las zapatillas y pantalones es de todos los días y vamos a tener que ensuciarnos muchas veces más para sacar adelante a Purús.
          Mi esposa comienza a limpiar y de pronto encontramos a un gato más fiel que el perro. Por estos lugares preferimos un gato porque desaparece a las ratas. Dentro de todo esto, mi hijo es el más feliz porque para él todo lo que se mueve es su mascota. Yo inmediatamente salgo a comprar gas para la cocina y me alegra saber que el balón de gas bajó de 125  a 105 Nuevos Soles Peruanos (32 Dólares Americanos). Quiero comprar huevos para el desayuno y no hay huevos en todas las tiendas porque el vuelo cívico no entra hace más de un mes.
           Hacer mercado es tedioso y más aún cocinar con los pocos productos que hay. Caminando en busca de productos me encuentro con una pareja de indígenas en muy mal estado de salud. El esposo casi no puede hablar porque está muy resfriado y su esposa muy flaca y con una barriguita hinchadita, les pregunto qué tiene, y me responde: tiene TBC y 4 meses de embarazo.
           Purús es una tierra abandonada por los peruanos, pero menos por sus pobladores que luchan cada día para sacar adelante este pueblo que parece que no existe para los gobernadores del Perú. El último presidente peruano dijo la vez que visitó Purús: “Purús tendrá su hospital”. ¿Ustedes qué creen?
            Hay días que no ha habido luz, y otros que solo hemos tenido por 2 o 3 horas, a penas para recargar los celulares y bombear el agua al tanque elevado, poco a poco con el nuevo alcalde, va mejorando la cantidad de horas de luz, deseamos que trabaje para el bien de los pobres.
            Cuando la situación se pone color oscuro, me pregunto qué hago aquí?. La respuesta la aprendí de mi madre cuando yo era muy niño: “Siempre es bueno ayudar a los pobres”.
En la biblia dice:
          Luego Jesús se dirigió al anfitrión: «Cuando ofrezcas un almuerzo o des un banquete —le dijo—, no invites a tus amigos, hermanos, parientes y vecinos ricos. Pues ellos también te invitarán a ti, y ésa será tu única recompensa.
Al contrario, invita al pobre, al lisiado, al cojo y al ciego.
          Luego, en la resurrección de los justos, Dios te recompensará por invitar a los que no podían devolverte el favor».  Luc 14:12-14 (NTV)