sábado, 22 de octubre de 2011

“más bienaventurado es dar que recibir” Hch. 20:35

DE CAZA CON LOS MASTANAWAS
Para practicar el idioma Mastanawa un día organizamos salir de caza. Fuimos Teófilo, Shovento (Mastanawas) y yo. Para esto alquilamos una canoa, compramos combustible, nos agenciamos el motor y nos proveímos de escopetas, cartuchos y machetes.
Salimos un sábado antes que amanezca y surcamos el río Purús por un par de horas hasta que encontramos un sendero abandonado que fue utilizado por madereros para sacar la preciada caoba. Amarramos la canoa, escondimos el motor  y nos dispusimos a caminar. Después de unos 20 minutos de camino encontramos un árbol de caoba que había sido talado, los restos que quedaban muy bien podrían ser utilizados en otros lugares, pero en Purús son abandonados.
Gilmar de caza
Cuando vas de caza debes estar cerca de los cazadores que conocen el lugar, estar atento a cualquier ruido y presto para cargar la escopeta y disparar. Ese día caminamos por varias horas y no encontramos nada, ya estábamos cansados y para hacer un último esfuerzo decidimos separarnos. El más experimentado se fue por el lado que no hay camino y Shovento y yo nos mantuvimos por el camino. Esto lo hicimos para ver si podíamos encontrar algo de alimento. Buscamos y buscamos, pero no encontramos nada, entonces decidimos retornar a la canoa y bajar por el río anzueleando (pescar con anzuelo) para llevar algo de pescado a la familia.
Ya en la canoa no encontramos a Teófilo, así que esperamos a que saliera del monte (espesura de la selva). Pasaron los minutos y no salía, mientras tanto el clima cambió y una torrencial lluvia comenzó a caer. A eso de las 16:30 hrs. Shovento entró  unos minutos al monte para llamar a Teófilo, pero tampoco contestó y me dijo: “hermano, ya se ha perdido mejor regresemos”. ¿Qué hacer? Decidimos esperar media hora más porque la lluvia  era muy fuerte y comenzaba a oscurecer. Al terminar el plazo, comenzamos a alistar la canoa para retornar. “llamemos una vez más a Teófilo”, dijimos. Gracias a Dios esta vez nos respondió y nos contó que por la lluvia había perdido las señales para retornar y por eso  no encontraba el camino de retorno. Pero él había encontrado un motelo (tortuga) muy grande de unos 15 Kg.  Aunque pudo haberlo dejado para aligerar su paso, no lo hizo.
Lo sorprendente de esta salida recién iba a venir... Teófilo muy pálido y cansado entregó el motelo a Shovento. Le pregunté a Teófilo ¿Por qué regalaba el motelo a Shovento después de haber sufrido para traerlo? Y me respondió: “hermano,  cuando salimos a cazar nuestra costumbre es dar todo lo que uno consigue a su compañero de caza y viceversa”.
Ese día aprendí que a pesar de que en Purús los Mastanawas son los más criticados y marginados, Ellos aún conservan algunas costumbres dignas de imitar.
Jesucristo dijo: “más bienaventurado es dar que recibir” Hch. 20:35


2 comentarios:

  1. El versículo que mencionan es tan apropiado para la lección "en vida" que han tenido que conmueve. Gracias por compartirlo.

    Anita

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  2. Linda historia, parece e una novela de Julio Verne, pero ¡son sus vidas!. Estamos orando por ustedes.

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