martes, 2 de junio de 2015

HORMIGAS

 
"Más malas que buenas"
 
Por todo lado que se hable de las famosas hormigas, casi siempre se habla muy bien de ellas. Incluso en Purús, el lugar donde trabajamos hay hormigas que sirven de alimento a las personas y a los animales. Eso es cierto, ya que hay hormigas grandes que en una determinada época del año les salen alas y vuelan y luego caen. Cuando caen los niños indígenas están listos para agarrarlos, juntarlos y llevarlos a la olla. Yo también comí y tiene un sabor nada despreciable. Pero cuando los niños están dispuestos a cogerlas, los gallos y gallinas también entran en el juego, ya que esas hormigas que caen son un alimento favorito para los ovíparos.
Pero las hormigas no están exentas a la regla de los "peros" en la vida...
Pero no todo es color de rosa en la historia de las hormigas.
Hace unas semanas atrás las lluvias en la selva del Perú estaban fuertes y cuando llueve seguido las hormigas comienzan a abandonar sus nidos y comienzan a invadir terreno ajeno: "nuestra casa" en Pucallpa. Al invadir la casa, comenzaron hacer sus caminos en medio de la sala, en el comedor y hasta en los dormitorios. Probamos algunos venenos para hacerlas desistir de no entrar en la casa, pero son muy tercas y tuvimos que sufrir varias picaduras. El asunto se complicó cuando comenzaron a picar a Santiago, nuestro hijo de año y medio. Una de esas noches busqué todos sus nidos pacientemente y los encontré. Rocié combustible para automóviles y se me pasó por la mente el prender fuego, pero como la casa es de madera, y es alquilada, desistí. Al día siguiente desaparecieron.

Cuando llegué a Purús a arreglar nuestra casa, me di con la grata sorpresa de encontrarla llena de las famosas hormigas llamadas "Pukakuro". Los mastanawas las llaman: "Eboshi", traducido es hormiga roja. Son hormigas prácticamente microscópicas que andan por todo lado en millares, y cuando te pica una sola hay un dolor único que no pasa rápido y pareciera que te continua picando una y otra vez.
¿Y si te pican varias?
Contraté a algunos trabajadores de la zona para arreglar la casa y fueron picados en varias oportunidades por las Pukakuro. Uno de los trabajadores pregunto: ¿Por qué Dios creo estos insectos?
Otro respondió: Después que el pecado entró en el mundo el castigo de Dios fue enviar a las pukakuro. Estoy de acuerdo, no hay peor castigo que la picadura de las pukakuro...
 
Hay otras hormigas que les dicen "treinta", ¿Por qué? porque, cuando te pica el dolor dura treinta minutos... en fin, hay muchas más historias de hormigas, pero concluyo en que las hormigas nos dan buen ejemplo de trabajo y perseverancia, pero no romanticemos el asunto.
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. Gracias Gilmar y Noemi por compartir las historias, un gran abrazo y Dios los bendiga

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