sábado, 25 de junio de 2011

          NOE: “Entre el pasado y el presente”

Noé

                 Nadie sabe cuántos años tiene Noé, pero todos los Mastanawas lo conocen. Cuando lo conocimos la primera vez, no pudimos charlar con él nada porque no habla Español, ni nosotros hablábamos nada del Mastanawa, La última vez que le visitamos intercambiamos saludos y se encontraba muy enfermo a consecuencia de la tuberculosis. Él inició el tratamiento de esta enfermedad pero una vez que se sentía mejor abandonó el tratamiento. Lo mismo pasa con muchos de los indígenas que padecen esta enfermedad.
                   Noé ya casi no hace actividad alguna. Muy temprano se le puede ver fumando su pipa, en el día se la pasa en su hamaca viendo todo lo que sucede en la comunidad, por las noches la temperatura baja y él duerme dentro de su mosquitero con un plato con brasas de leña para mitigar el frio.
                    Hace tiempo que no puede salir a cazar, pero cuando cuenta sus historias de caza lo hace como si estuviera viviendo en ese mismo instante. En una de sus historias nos contó que cuando era joven aún vivía dentro de la espesura de la selva, desnudo, y con arco y flecha. Él era uno de los últimos nómadas que salieron para volverse sedentarios. Cuenta que era jefe de su clan y un excelente cazador. Uno de los privilegios que tenían los jefes era que se podían casar con dos mujeres, pero estas debían ser hermanas - para que no se peleen - .
Noé, su esposa y nietos
                   Una de sus esposas ya murió y con ella tuvo muchos hijos, ahora solo viven seis de ellos. Su otra esposa vive y con ella también tuvo hijos que algunos murieron y otros viven.
                  Noé ya tiene nietos, entonces ya son dos generaciones que viven en comunidades establecidas sin haber experimentado lo que es vivir como nómada. Los hijos y nietos de Noé ya pueden desenvolverse con mucha naturalidad entre su comunidad y Pto. Esperanza, incluso algunos de ellos ya conocen la ciudad de Pucallpa. Pero Noé parece que no llegó a adaptarse a ese estilo de vida, parece que se quedó en su pasado pero viviendo el presente.
Oremos para que Noé pueda escuchar de Cristo.

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