En Pucallpa, descansando. |
TIEMPO DE DESCANSO
En
una ocasión nos quedamos en Purús por 5 meses y es complicado que nuevamente nos
volvamos a quedar un tiempo así. Normalmente nos quedamos entre 2 y 3 meses y
luego salimos a Pucallpa a tomar un nuevo respiro. Mientras estamos allá
tratamos de avanzar en nuestras responsabilidades, pero llega el momento en el
que nos sentimos un poco incómodos. ¿será
tiempo de tomar un respiro?
Ni
bien llegamos a Purús, hay cosas que nos incomodan por el mismo estilo de vida
que llevamos allá, que es distinto al de la ciudad. Eso dura un par de semanas
más o menos. A ese tiempo le hemos llamado “mini choques”. Nos sentimos
inconformes con lo que nos falta y lo que deseamos tener y no tenemos. Gracias
a Dios ese tiempo pasa y luego nos estabilizamos.
Sin
embargo, pasados unos meses de estar en el campo misionero, esas incomodidades
retornan y muchas veces se plasman en discusiones, impaciencia, inquietud…
sucedió un día de esos que era domingo y los domingos nosotros cerramos el
cerco del terreno con cadena y candado para que nadie entre y nos dejen en
nuestro tiempo con Dios. Los Mastanawas ya saben que ese día es para Dios,
también lo hacemos porque otras personas nos buscan para cosas que no son
urgentes, en especial los niños que siempre vienen a pedir fruta.
Mientras
estábamos en la casa, comenzaron a gritar desde el cerco, eran vecinos que nos
pedían medicinas… Resolvimos el asunto. Luego otras personas vinieron para
pedir otras cosas que ahora no recuerdo. Nosotros ya nos estábamos incomodando.
Finalmente de un momento a otro vino un amigo mastanawa y se apareció en la
puerta de la casa con una gran sonrisa. Le pregunté: ¿Cómo entraste?. Me
respondió: Por encima del cerco…
Para
ellos es normal pasar cercos porque saben muy bien subir a los árboles. Ahora,
nosotros entendimos que nuestras impaciencias y nuestras turbaciones son señales
de que necesitamos un descanso. Muchas veces nos sentimos mal, pensando que
somos un mal ejemplo como misioneros por nuestras debilidades, pero con la
experiencia que tenemos nos damos cuenta de que somos seres humanos como
cualquier otro; por lo tanto también necesitamos de un tiempo de respiro.
Y tú… ¿necesitas un descanso?
si, aveces cuando quiero que Dios me ayude en situaciones difíciles, prefiero retirarme dar un descanso de todo, me alejo, respiro, pienso en mi conducta, me acerco al Señor y luego vuelvo a retornar para seguir sirviendo mejor a los demás. =)
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