viernes, 19 de febrero de 2016


PICADURA DE ARAÑA

“Con el dolor se aprende”


En el mes de octubre comienzan las lluvias en la Amazonía peruana y las hierbas crecen más rápido que de costumbre y cuando llueve fuerte  los insectos que viven entre las hierbas comienzan a buscar una guarida que los cobije y como nuestra casa es una buena guarida para bichos comienzan a ingresar  generando alarma en nosotros.
Para contrarrestar a estos bichos que en algunos casos pueden ser arañas grandes y alacranes, rociamos con un insecticida alrededor de la casa para que no ingresen, pero a pesar de ello en un par de ocasiones ingresaron arañas que dan miedo a cualquiera.

Unos amigos nos sugirieron que rociáramos petróleo entre el cielo raso y la calamina y lo hicimos porque en ese lugar es nido de varios bichos. Efectivamente las arañas escaparon fuera de la casa ahuyentadas por el olor a petróleo.
Imagen de internet
 
Al día siguiente, con mi esposa e hijo decidimos salir temprano a dar comida a las gallinas y mi esposa agarró el zapato de mi hijo y dio un grito que puso en alarma a la vecindad. Había sido  mordida por una tarántula inmensa y de color negro.
Justo estábamos con dos Mastanawas los cuales al ver la araña se asustaron y lo primero que dijeron fue: “hermano es venenosa”. Mataron a la araña y nos fuimos de inmediato a la posta de salud con mi hijo llorando porque había presenciado todo. Ya en la posta, el médico le puso una inyección y le dieron pastillas para varios días. Gracias a Dios se recuperó rápidamente, pero el susto duró por varios días.
 
Hemos aprendido que si queremos fumigar la casa, hay que salir de ella y en Purús es mejor revisar los zapatos antes de ponérselos.
 

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