sábado, 9 de febrero de 2013


¡Denuncien a los ladrones!
        ¿Qué harías si alguien te roba algo de valor y tú sabes quién es? Lo más probable es que lo denuncies y la policía se haga cargo. Pero si los que te roban son las personas a las que Dios te envió a predicar el evangelio ¿qué harías?
        El año pasado recibimos un bote como ofrenda y en Purús es muy importante tenerlo para viajar a las comunidades. Pero a inicios de este año, nos lo robaron. Sabemos quiénes fueron y sabemos que se lo llevaron a Brasil, según algunas personas nos cuenta que ellos acostumbran llevar los botes para el lado brasilero y venderlo.
       Mi esposa y yo entramos en un dilema porque no sabíamos qué hacer. Ir a reclamarles y perder su amistad, poner una denuncia, decirles que nos paguen, no volver a hablarles,… ¿qué hacer?
        Algunos nos aconsejaban, denunciar a los ladrones, pero con el pasar del tiempo sabemos lo que eso implica entre los mastanawas.
         Nos ponemos a pensar en Jesús quien no tomó la justicia en sus manos si no que lo encomendó a su Padre. Humanamente confieso que no me gusta que me tomen por tonto porque sé que al no decir nada; ellos pueden volver a hacerlo y así burlarse nuevamenteya quelos misioneros no reclaman. Hay situaciones que encontramos en el campo misionero y que nunca antes lo habíamos pasado.

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