DÁVILA POR PRIMERA VEZ EN LIMA
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Dávila aprendiendo a firmar |
La anterior historia la titulamos
“Un mundo no apto para Dávila” por el hecho que él esta indocumentado y el
sistema no le puede dar su documento de identidad porque no tiene una partida
de nacimiento según los requisitos que las autoridades piden.
Bueno, no hay vuelta que dar al
asunto, en Pucallpa y Lima nos dijeron lo mismo. “retornen a Purús y vuelvan a
sacar una partida de nacimiento legal”. La ley no tiene un ápice de gracia. La
ley trata - en este caso por lo menos – a todos por igual.
Cuando estuvimos en Lima fuimos
atendidos en el Hospital de enfermedades Neoplásicas de una forma efectiva y
rápida. Nos dijeron que su tumor no es de gravedad y le pusieron fecha de
operación para el 9 de diciembre del 2015. No hubo problemas para que le atendieran
porque ya sacó su seguro de salud. Es
interesante que tuvo que firmar y él no sabía cómo hacerlo, pero aprendió rápidamente.
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Mirando la playa |
En Lima, Dávila se encontraba muy
triste porque extrañaba bastante a su comunidad, sus familiares y su comida.
Fue la primera vez que llegaba a Lima así que le llevamos a la playa. Él dice
que una laguna (cocha) tan grande como la playa debe tener una boa muy grande
que le dé vida.
Para que nuestros queridos
lectores entiendan lo que Dávila quiere decir, es preciso contarles que dentro
de la cosmovisión Mastanawa, cada cocha tiene un espíritu que le da vida. Ese
espíritu en el caso de las cochas es una boa muy grande. Mientras esta boa está
con vida, la cocha se mantendrá con agua, pero si su espíritu muere, la cocha
se seca.
Subir escaleras eléctricas,
ascensores, micros repletos de gente, taxis, ver edificios… y no tener a nadie
con quien conversar en su propio idioma, terminaron estresando a Dávila.
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Atendido en el Neoplásicas |
Cuando retornamos a su comunidad,
él buscó abrazar a su mamá y comenzar a llorar. En la noche se juntaron con sus familiares
y dio inicio a historiar sus vivencias en Lima y Pucallpa. Era como un triunfo el haber retornado y está
dispuesto a viajar nuevamente a Lima, pero acompañado para ya no sentirse solo
nuevamente.
Iniciamos nuevamente sus trámites
documentarios, vemos que si hay una salida para casos como el de Dávila pero
que se consigue con perseverancia.
Deseamos ver un día a Dávila
recuperado, con su familia, y con su sueño de trabajar fuera de Purús. El
camino es largo, pero tenemos fuerzas para lograrlo.